Cristina González, co-fundadora del Mariposario Lluvia del Sol

1 de abril de 2021

Por Karla Cruz Bonilla

Cristina González es co-fundadora del Mariposario Lluvia del Sol, ubicado dentro de la Finca Neo Jibairo en Río Grande, Puerto Rico. Allí junto a Francisco, su compañero, cría mariposas monarcas, inconfundibles por su alas color naranja brillante, venas y bordes negros decorados con pintas blancas. Cristina comenzó a trabajar con la monarca hace dos años, cuando notó que entre todas las mariposas que les visitaban, esta era la menos que veía. Entonces es ahí cuando se educa sobre su ciclo, las plantas hospederas y las de néctar.

“El proceso consta de tener la planta hospedera donde la mariposa pone los huevos y las de néctar para que se pueda alimentar. Esta se mantiene en etapa de huevo durante uno a tres días. Una vez sale la pequeña oruga, esta se alimenta por dos semanas, luego muda su piel, prologándose esta fase por dos semanas más. Es importante tener bastante alimento para ella, ya que come mucho mientras se manifiesta está mutación”, explicó.

La oruga al estar en su última etapa, busca un lugar seguro para formar su crisálida donde ocurre la transformación de este estado a mariposa. Al salir débil y húmeda permanece un día secando las alas y expulsando el líquido que se acumula en su abdomen. Entonces, voilà! la mariposa está lista para alimentarse, copular con el macho, poner los huevos y repetir el ciclo: huevo, oruga, crisálida y mariposa adulta.

Foto suministrada

Cristina vive en la finca aproximadamente hace un año. Allí goza de los placeres de residir junto a la naturaleza, sus perros, atardeceres, las estrellas, ver todos los procesos desde la semilla hasta la cosecha y tomar un buen café en el Mariposario, porque además de criar estos insectos tan fascinantes, cuenta con una área de estar donde los visitantes pueden degustar productos de la finca junto a las mariposas en un entorno pacífico.

Para ella es muy importante que todos conozcan que las mariposas son el polinizador más valioso del mundo después de las abejas. También, que es fundamental eliminar el uso de los químicos pesticidas y demás que atentan contra la vida de este insecto tan esencial para nuestro futuro. Asimismo, que es de suma urgencia crear jardines polinizadores con flores donde las abejas y mariposas puedan alimentarse. “Sin polinizadores no hay comida y sin comida, nada. ¡A Sembrar!”, exhortó.

Cristina González ama el café, el chocolate, viajar y estar rodeada de la naturaleza. Además de trabajar en el Mariposario, es freelance como diseñadora gráfica y la creadora de Simpla, tienda en línea de productos reusables y ecoamigables. Como dato curioso todos en la finca la conocen como Lluvia. Francisco, compañero, agricultor, más co-fundador del Mariposario, la llamó así de cariño en representación del agua que tan necesaria es para la siembra. Y es de ahí donde sale el nombre del Mariposario Lluvia del Sol.

Para recorridos o más información sobre este gran proyecto liderado por esta mujer emprendedora pueden visitar hidrorganica.com.

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